Ataque al Everest Es difícil para mí escribir en unas líneas, las sensaciones, los sentimientos, las emociones del que es, sin duda, uno de los días más inolvidables, importantes y excitantes de mi vida montañera. Aprovecho para decir, que utilizo este término porque me apasiona subir montañas, altas, bajas, con nieve o sin ella, en lejanos países o en mi sierra habitual, pero también tengo que decir, que soy una persona privilegiada por haber podido hacer realidad algo que es más que un sueño, es algo tan maravilloso que he llegado a pensar si de verdad ha pasado en mi vida o todavía sigue siendo un sueño... DÍA 21... Estamos haciendo algo que pocas personas hacen, aparte de los sherpas, subir en el ataque a cumbre desde el C2, al C4 en el collado Sur. Mi cabeza no para de pensar si no me estaré pasando en este largo día, y mañana quizá lo pague y me arrepienta en el día más importante de una expedición. Al llegar al Balcón nos dimos cuenta de que solamente nos preceden tres o cuatro sherpas, por lo que decidimos tomarnos un descansito y disfrutar de los primeros rayos de sol. Además seguíamos sin saber a cuanta distancia nos seguía Pedro y si debíamos esperarlo o continuar. Ya habíamos tenido noticias a través de la emisora de la vuelta al C4 de Miguel Ángel, porque no se encontraba bien y sentía demasiado frío. Durante esa parada en el Balcón se produjo el único momento de duda sobre si lo conseguiríamos o no. Quedaba mucho hasta la cima Sur y si los sherpas que nos precedían se iban retirando, como estaba ocurriendo hasta ese momento, nos quedaríamos solos por delante, y en ese caso desconocíamos si íbamos a ser capaces de llegar hasta arriba abriendo huella. Luego nos dimos cuenta de que tras la ascensión impecable que habíamos hecho, lo hubiéramos conseguido de igual manera. De hecho a mitad de camino entre el Balcón y la cima Sur ya estabamos porteando cuerdas fijas y asegurando al primero y único sherpa que quedaba por delante. Con él y dos alemanes, pertenecientes al grupo del sherpa, llegamos Tente y yo a la cima Sur. La imagen como un sueño: un día perfecto,la alucinante de la arista cimera con su más que famoso escalón Hillary, las 9,30 de la mañana, es decir, que estábamos dentro de los horarios que se recomiendan en una cumbre como el Everest, bueno no sé que más se le podía pedir al día. La situación de la ascensión cambió a partir de la cima Sur, el sherpa que había llegado con sus dos clientes decidió que allí terminaba su ascensión. Veíamos incrédulos cómo los dos alemanes bajaban tras su sherpa después de haber hecho las pertinentes fotos con los banderines correspondientes, ya que su “guía” renunciaba a la cima. Tente y yo decidimos intentar hacer cumbre asegurándonos a largos, así que, sin más, comenzamos bajando unos pocos metros de la cima Sur en dirección a la cumbre. Todo resultaba como debía y cuando llevábamos tirada y media de cuerda, apareció Pedro en la cima Sur. Por la emisora le dijimos que el terreno no era complicado, si se iba con atención, que viniera hacia nosotros con cuidado y que continuaríamos los tres hacia la cumbre. Y así ocurrió, poco antes del escalón Hillary nos reunimos los tres y continuamos hacia arriba. Con la ayuda de cuerdas colocadas en anteriores temporadas superamos el escalón Hillary, y pocos metros después llegábamos al punto más alto. Abrazos, mucha emoción, las fotos correspondientes, y la comunicación al Campo Base de nuestra situación. Ahora tendría que escribir la respuesta a la pregunta ¿qué se siente cuando llegas ...? Pero eso es otra historia... He tenido la suerte, el privilegio, la satisfacción personal, - esto por supuesto -, de haber disfrutado, compartido, soñado..., ascendido, esta montaña, pero solamente es eso, una montaña más, muy importante, pero una más. Quiero desde estas líneas dar las gracias a los que confiaron en mí para esta empresa, espero no haberles defraudado, ellos a mi no. Un poco de cada uno estuvo arriba conmigo. Texto publicado en: Revista Torre Santa nº 27, Monográfico Expedición Everest 2001, Valladolid, Federación Castellano Leonesa de Montañismo, 2001. |
La Cascada de hielo (Ice Fall)
Bandas Amarillas Escalón Hillary Cumbre. 22 de mayo de 2001
Postal de la expedición La crónica de las dos expediciones de Castilla y León al Everest quedaron recogidas en este libro. Campamentos Everest |
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S I T U A C I Ó N |
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